Señor Jesucristo, por el poder de tu Pasión y Resurrección, toca a los que están heridos en su corazón, a los que han sido heridos por las injusticias de la vida, sana las heridas de su memoria, para que ningún recuerdo del pasado pueda mantener en ellos tristeza o temor, y llénalos de paz, llénalos de tu Santo Espíritu.
Sana a los que sufren en su alma por culpa del pecado, dándoles un profundo arrepentimiento, y sana a los enfermos físicos para que puedan extender con su testimonio tu reino de Amor entre los hombres.
Amén.