Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

28.6.19

Bendición de la casa


Oficiante: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Respuesta: Amén.

La paz del señor a esta casa y a todos los aquí presentes.

Respuesta: Y con tu espíritu.

Que Dios, al que unánimes alabamos, nos conceda, por su Espíritu, estar de acuerdo entre nosotros, según Jesucristo.

Respuesta: Amén.





ORATORIO CARMELITANO



Queridos hermanos: dirijimos nuestra ferviente oración a Cristo, que quiso nacer de la Virgen María y habitó entre nosotros, para que se digne entrar en esta casa y bendecirla con su presencia. Cristo, el Señor, esté aquí, en medio de nosotros, fomente nuestra caridad fraterna, participe en nuestras alegrías, nos consuele en las tristezas. Y nosotros, guiados por las enseñanzas y ejemplos de Cristo, procuremos ante todo que esta [nueva] casa sea hogar de caridad, desde donde se difunda ampliamente la fragancia de Cristo.

LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS.
Dijo el Señor a sus discípulos: "Cuando entréis en una casa, decid primero: 'Paz en esta casa'. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; sino, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa en casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: 'Está cerca de vosotros el reino de Dios'".

Palabra del Señor.

ORACIÓN DE BENDICIÓN.
El que dirige la celebración con las manos juntas, añade:

Asístenos, Señor, a estos servidores tuyos que, al inaugurar o bendecir de nuevo esta vivienda, imploramos humildemente tu bendición para que, cuando vivamos en ella, sintamos tu presencia protectora; cuando salgamos, gocemos de tu compañía; cuando regresemos, experimentemos la alegría de tenerte como huésped, hasta que lleguemos felizmente a la estancia preparada para nosotros en la casa de tu Padre.

Tú que vives y reina por los siglos de los siglos.

Respuesta: Amén.

Después de la oración de bendición, el que dirige la celebración rocía con agua bendita a los presentes y a la casa, diciendo:

Que esta agua nos recuerde nuestro bautismo en Cristo, que nos redimió con su muerte y resurrección.

Respuesta: Amén.

CONCLUSIÓN DEL RITO.

El que dirige la celebración concluye el rito, diciendo:

Que la paz de Cristo actúe de árbitro en nuestro corazón, la palabra de Cristo habite entre nosotros en toda su riqueza, para que todo lo que de palabra o de obra realicemos, sea todo en Nombre del Señor.

Respuesta: Amén.