Celebramos en este mes el día de la Virgen María bajo la advocación del Carmelo. A María la invocamos como Madre y nos sentimos apoyados y protegidos por ella. Su cariño y su ternura llenan nuestras vidas y por eso ponemos en ella nuestra confianza.
Es Madre y eso lo dice todo. Es Madre de Jesús y Madre nuestra.
Es Madre que acoge, escucha y perdona. Y una Madre que está junto a sus hijos en el momento que la necesitan: en los momentos duros y difíciles de la vida.
El corazón de una madre nunca se olvida de sus hijos. Nosotros podemos apartarnos de su lado, abandonarle, incluso despreciarle, pero una madre no se olvida de sus hijos.
María, nuestra Madre, nunca nos deja solos.
Consagración a Ntr. Sra. del Carmelo
María Santísima: has suscitado en la Iglesia la Orden del Carmelo, dándole el Escapulario como signo especial de tu protección.
Eres el modelo de nuestra vida consagrada al servicio de Cristo en la contemplación de la Palabra y en la entrega generosa a los hermanos.
YO [decir el nombre] ME CONSAGRO A TI, VIRGEN DEL CARMELO, para mejor vivir en obsequio de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Oración preparatoria y ruegos
La Virgen Carmelitana nos enseña:
A vivir abiertos a Dios y a su voluntad, manifestada en los acontecimientos de la vida;
A escuchar la voz (palabra) de Dios en la Biblia y en la vida, poniendo después en práctica las exigencias de esta voz;
A orar fielmente sintiendo a Dios presente en todos los acontecimientos;
A vivir cerca de nuestros hermanos y a ser solidarios con ellos en sus necesidades.
Santa María Carmelitana, sabemos que nos amas como a hijos. No nos dejes solos, sobre todo cuando el camino de la vida se hace largo y fatigoso.
No nos dejes solos si nos cansamos y nos detenemos, si nos vence el desaliento.
Tiéndenos tu mano fuerte y cariñosa, y así reemprenderemos el camino, y podremos enfrentarnos a los peligros de la vida, para llegar a la meta final.
Te rogamos le pidas también a tu Hijo Jesucristo, Nuestro Señor, desear y realizar solo Su santa voluntad. Amén.
Preces
- Te pedimos, Señor Jesús, por los niños, para que nunca se borre la sonrisa de sus labios y disfruten de la vida en paz y armonía.
- Te pedimos, Señor Jesús, por los jóvenes que se abren a la vida y tienen el futuro por delante, para que nunca pierdan la alegría y la ilusión de conocerte a Ti, único salvador y fuente de vida y de futuro.
- Te pedimos, Señor Jesús, por los ya entrados en años, o que han llegado a la tercera edad, para que nunca se sientan viejos o cansados de la vida, y se fortalezca su fe y esperanza.
- Te pedimos, Señor Jesús, por todos nosotros, para que trabajemos por mantener viva la esperanza de los niños, jóvenes y mayores, y así, todos vivamos felices y podamos un día alcanzar tu Reino celestial. Danos para ello la perseverancia hasta el final.
Todas estas cosas, y otras más que bien sabes cada uno necesitamos, te las pedimos hoy en la voz de María, tu Santa Madre, Señor, y también nuestra Madre del Cielo que tú nos diste en la cruz. Amén.
Oración final
- Flor del Carmelo: perfúmanos en el alma y el cuerpo, para que seamos buen olor de Cristo en medio de nuestros hermanos.
Virgen del Carmelo, ruega por nosotros.
- Estrella del mar: conduce nuestra barquita en las dificultades de la vida, para que mantengamos la fe y lleguemos a Jesús.
Virgen del Carmelo, ruega por nosotros.
- Reina del cielo: que un día, junto a ti, gocemos en la eternidad y proclamemos la grandeza del Señor, porque el Poderoso hizo en ti maravillas.
Virgen del Carmelo, ruega por nosotros.
Madre del Carmelo, lleva a tu Hijo nuestras plegarias y haz que nos bendiga hoy y siempre. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
| Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com