"La protesta cívica y pacífica no es un delito. ¡Es un derecho! Su control no puede ser una represión desmedida", afirma el comunicado de la Conferencia Episcopal de Venezuela publicado ayer, cuando en la capital y otras ciudades del país se llevaron a cabo numerosas manifestaciones en las que, por desgracia, al menos tres personas han perdido la vida. Según las agencias de noticias internacionales, se trata de un joven de 17 años de edad fallecido en Caracas, una mujer de 23 años que ha perdido la vida en San Cristóbal, y al oeste del país, un guardia nacional.
El documento de los Obispos, enviado a la Agencia Fides, alza la voz para reiterar que: "la democracia se caracteriza, ante todo, por el respeto y protección de los derechos de los ciudadanos. Cuando el Estado (o el Gobierno) los desconoce o no los respeta, deja de ser un Estado democrático, pierde legitimidad en su desempeño, pues su función es la defensa de todos los ciudadanos independientemente de su ideología política. Los ciudadanos conservan sus derechos, pero los ven disminuidos o anulados. Hay otros factores que niegan la democracia, como es la concentración de los poderes públicos en manos de un solo poder. Esta es la situación actual de Venezuela".
Los obispos declaran la posición de la iglesia: "Defender los derechos humanos fundamentales, la vida, la libertad, la salud, y los demás derechos de los ciudadanos, es un deber de todo ser humano. Es también un derecho y un deber de la Iglesia y de todos los creyentes, pues lo derechos humanos y civiles no pertenecen exclusivamente al ámbito de lo socio-político sino también al religioso".
"La Conferencia Episcopal Venezolana – concluye el comunicado - pide a todos los ciudadanos, a los creyentes en Cristo y a los hombres y mujeres de buena voluntad, actuar según la recta conciencia, los principios democráticos y las leyes del país, así como ejercer el derecho a la manifestación y protesta pública de manera respetuosa con las personas y propiedades y de modo responsable y pacífico".
Ayer, según la oposición, seis millones de personas se manifestaron en todo el país, de los cuales dos millones y medio sólo en Caracas. La policía intervino con gases lacrimógenos para dispersar a la multitud, y hubo enfrentamientos violentos.
| Redacción: Fides | Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com
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