(Oración revelada por Santa María Magdalena a Santa Matilde, con la promesa de una bendición especial):
Os doy gracias, oh buen Jesús, por aquel acto piadoso que la Beatísima Santa María Magdalena ejecutó, cuando regaba Vuestros pies con sus lágrimas, los enjugaba con sus cabellos, los besaba, y con preciosos perfumes los ungía. Vos la recompensasteis derramando en su corazón y en su alma tan gran caridad, que no amó en adelante nada fuera de Vos.
Yo os suplico os dignéis concederme por sus méritos lágrimas de verdadera penitencia, y llenar mi corazón del amor divino.
Amén.