Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

6.7.19

Alabanzas a la Santísima Trinidad


(Incomparables alabanzas enseñadas por Nuestro Señor a Santa Matilde):

Yo Os venero y glorifico, oh Beatísima Trinidad, uniéndome a la inefable gloria por la cual Dios Padre, en su omnipotencia, venera al Hijo y al Espíritu Santo por los siglos de los siglos.

Yo Os magnifico y Os bendigo, oh Beatísima Trinidad, uniéndome a la gloria reverentísima con la cual Dios Hijo en su inescrutable sabiduría, glorifica al Padre y al Espíritu Santo por los siglos de los siglos.

Yo Os adoro y exalto, oh Beatísima Trinidad, uniéndome a la excelsa gloria por la cual el Espíritu Santo en su invariable bondad, exalta al Padre y al Hijo, por los siglos de los siglos.

¡Dulcísimo Jesús!, que sabéis cuantas gracias ha derramado en mi alma la fuente inagotable de la bondad divina, dignaos dar a Dios por mí con el amor de que estáis abrasado a la diestra del Padre, las alabanzas que sólo Vuestros labios pueden proferir, las únicas dignas de su gloria y divina Majestad. Sí, entregaos por mí, oh buen Jesús, a los impulsos de Vuestro Corazón, elevad a Dios por mí un clamor de reconocimiento tal como Vuestro Corazón solo puede hacerlo. ¡Oh, Señor!, oh Dios de grandeza infinita, alabad en Vos, en mí, y por mí a la divina Majestad, con toda la fuerza de vuestra Divinidad, con todo el afecto de Vuestra santa Humanidad, en nombre y con el afecto de todo el universo.

Así sea.