Desprecio de los bienes mundanos

2.10.23

Petición previa a las oraciones de la noche



Antes de las oraciones de la noche, y antes del examen de conciencia en donde examinaremos brevemente nuestras acciones, palabras y pensamientos durante el día, reconociendo nuestras culpas y rogándole el perdón a nuestro Señor, le decimos:

Divino Maestro, que nos habéis dicho "pedid y reibiréis; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá", dignaos infundirme espíritu de verdadera devoción, para que mis humildes oraciones, santificadas por Vuestro Sagrado Nombre, me alcancen los eternos bienes que espero de la misericordia Divina, mediante la fe en vuestras inviolables promesas y en los merecimientos infinitos de vuestra vida, pasión y muerte.
Amén.



1.10.23

Jaculatoria de la noche al Espíritu Santo



Hecha la señal de la cruz, y puestos con reverencia en la presencia de Dios, decimos:

Venid, ¡oh Espíritu Santo! Encended mi corazón en vuestro divino fuego, y alumbrad mi entendimiento con la luz de vuestra verdad.
Amén.


30.9.23

Jaculatoria matutina



Antes de iniciar nuestra tarea diaria, inclinémonos y humillémonos ante el Señor diciendo:

¡Oh mi buen Jesús! Nada puedo sin Vos. Dignaos asistirme a fin de que cumpla por vuestra gracia las buenas resoluciones que ella misma me inspira.
Amén.


28.9.23

Acto de súplica matutino



Yo os suplico, ¡oh Padre Omnipotente!, por vuestra infinita misericordia, los méritos de mi Redentor Jesucristo, y la intercesión de su Santa Madre la Virgen del Monte Carmelo, y la de todos mis celestes protectores, os dignéis mirar con paternal amor esta mi casa y a mi familia, preservándonos de toda desgracia, y especialmente de la mayor de ellas, que es ofenderos.

Os ruego asimismo, ¡oh mi Dios!, por la exaltación y santificación de vuestra Iglesia, por la paz y la concordia entre los pueblos y entre los reinos cristianos, la desaparición de las herejías, la conversión de los no creyentes e infieles, la llegada de tu Evangelio a quienes no les han predicado.

También os suplico concedáis la entrada en vuestro reino a las almas de los fieles difuntos que están en el Purgatorio, a quienes aplico todas las indulgencias que haya ganado o ganaré en este día, comenzando por las almas que sean de mayor agrado vuestro y obligación mía, y rogándoos humildemente que hagáis extensiva a ellas la divina bendición que os pido. Que así sea, Señor.

(Presignarse diciendo: En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén).



27.9.23

Oración matutina al ángel custodio



Celeste espíritu, que la misión de custodiarme tienes de Dios, a la luz plácida del nuevo Sol te hago ofrenda de tierno amor.

Dáme solícito tu inspiración, de todo riesgo líbrame hoy, y danos la bendición del Altísimo, que alcance a todos los que yo amo.

Amén