Yo os suplico, ¡oh Padre Omnipotente!, por vuestra infinita misericordia, los méritos de mi Redentor Jesucristo, y la intercesión de su Santa Madre la Virgen del Monte Carmelo, y la de todos mis celestes protectores, os dignéis mirar con paternal amor esta mi casa y a mi familia, preservándonos de toda desgracia, y especialmente de la mayor de ellas, que es ofenderos.
Os ruego asimismo, ¡oh mi Dios!, por la exaltación y santificación de vuestra Iglesia, por la paz y la concordia entre los pueblos y entre los reinos cristianos, la desaparición de las herejías, la conversión de los no creyentes e infieles, la llegada de tu Evangelio a quienes no les han predicado.
También os suplico concedáis la entrada en vuestro reino a las almas de los fieles difuntos que están en el Purgatorio, a quienes aplico todas las indulgencias que haya ganado o ganaré en este día, comenzando por las almas que sean de mayor agrado vuestro y obligación mía, y rogándoos humildemente que hagáis extensiva a ellas la divina bendición que os pido. Que así sea, Señor.
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Presignarse diciendo: En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén).