Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

12.3.22

Novena por las ánimas del Purgatorio. Día segundo



Por la señal...


- Acto de contrición:
Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno.

Propongo firmemente no volver a pecar y confío que por tu infinita misericordia me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna.

Amén.

- Oración para el segundo día -

Señor mío Jesucristo, que eres cabeza de todos tus fieles cristianos y en ti nos unimos como miembros de un mismo cuerpo, que es la Iglesia. Te suplicamos nos unas más contigo, y que nuestras oraciones y sufragios de buenas obras aprovechen a las ánimas de nuestros hermanos del purgatorio, para que lleguen pronto a unirse a sus hermanos en el cielo. Amén.

- Oración final para todos los días -

Oh Virgen María del Monte Carmelo, Madre de misericordia, acuérdate de los hijos que tienes en el purgatorio, y presentando nuestros sufragios y tus méritos a tu Hijo, intercede para que se les perdone sus deudas y sean liberados de aquellas tinieblas a la admirable luz de la gloria de Nuestro Señor, donde gocen de tu vista dulcísima y de la de tu Hijo bendito.

Oh glorioso Patriarca San José, intercede juntamente con tu Esposa ante tu Hijo por las almas del purgatorio. Amén.

- Responsorio para terminar cada día -

No te acuerdes, Señor, de mis pecados,
- cuando vengas a purificar al mundo en el fuego.

Dirige, Señor Dios mío, a tu presencia mis pasos,
- cuando vengas a purificar al mundo en el fuego.

Dales, Señor, el descanso eterno, y luzca para ellos la luz eterna,
- cuando vengas a purificar al mundo en el fuego.

Kyrie eleison,
- Christe eleison,
Kyrie, eleison.

- Padrenuestro, Avemaría, Gloria-.

De la puerta del infierno,
- saca, Señor, sus almas.

Descansen en paz,
- amén.

- Oremos:
Oh Dios mío y Padre mío, de quien es propio compadecerse y perdonar, te rogamos suplicantes por las almas de tus siervos que has mandado emigrar de este mundo, para que no las dejes en el Purgatorio, sino que mandes que tus Santos Ángeles las tomen y las lleven a la patria del Paraíso, para que, pues esperaron y creyeron en ti, no padezcan las penas del purgatorio, sino que posean los gozos eternos.

Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

Dadles, Señor, el descanso eterno,
y luzca para ellos la luz perpetua.

Descansen en paz.
Amén.

| Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com




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