Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

29.1.22

Novena al glorioso patriarca San José (7)



Por la señal...


- Acto de contrición:
Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno.

Propongo firmemente no volver a pecar y confío que por tu infinita misericordia me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna.

Amén.

- Oración para todos los días:
Oh gloriosísimo padre de Jesús, Esposo de María, Patriarca y protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra a la Sagrada Familia; protégenos también a nosotros, que pertenecemos, como fieles católicos, a la santa familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos los bienes necesario de esta vida y, sobre todo, los auxilios espirituales para la vida eterna. Alcáncanos especialmente estas tres gracias:

- la de no cometer jamás ningún pecado mortal, principalmente contra la castidad;

- la de un sincero amor y devoción a Jesús y a María,

- y la de una buena muerte, recibiendo bien los últimos Sacramentos.

Concédenos además la gracia especial que te pedimos cada uno en esta novena.

(se hace la petición que se desea).


- Oración para el día séptimo:
Oh benignísimo Jesús, así como por seguir la voluntad de tu Padre celestial permitiste que tu amado padre en la tierra padeciese vehementísimo dolor de perderte por tres días, así te suplicamos humildemente, por intercesión de San José, que antes queramos perder todas las cosas y disgustar a cualquier amigo, que dejar de hacer tu voluntad; que jamás te perdamos a ti por el pecado mortal, o que si por desgracia te perdiésemos te hallemos pronto mediante una buena confesión.


- Oración para todos los días:
Oh custodio y padre de Vírgenes, San José, a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia Cristo Jesús, y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas personas de Jesús y María, te ruego y suplico me alcances que, preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.


Jesús, José y María,
os doy el corazón y el alma mía.

Jesús, José y María,
asistidme en mi última agonía.

Jesús, José y María,
con vos descanse en paz el alma mía.



(Ahora se reza un Padrenuestro, Avemaría y Gloria).


- Conclusión:

Antíph.:
Ipse Iesus erat incipiens quasi annorum triginta, up putabatur, Filius Ioseph.

Ora pro nobis, Sancte Ioseph.
Respuesta: Ut digni effciamu promissionibus Christi.

Oremus:
Deus, qui ineffabii providentia Beatum Ioseph Sanctissimae Genitricis tuae Sponsum eligere dignatus es: praesta, quaesumus, ut quem protectorem veneramur in terris intercessorem habere mereamur in coelis. Qui vivis, et regnas in saecula saeculorum.

Amén.


(en español):

Antífona:
Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treina años, hijo, según se pensaba, de José.

San José, ruega por nosotros.
Respuesta: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

Oración:
Oh Dios que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado San José por Esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle como protector en los cielos. Oh Dios que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.

| Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com




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