Periódicos, revistas..., casi más que los libros influyen los periódicos en las ideas y conducta de los hombres. Poco a poco el periódico se infiltra en el lector y lo asimila a sí mismo.
Dime qué periódico lees y te diré lo que eres.
Si tu periódico es de malas ideas, tendrás malas ideas. Si tu periódico es de buenas ideas, serás de buenas ideas. Si tu periódico es de ideas medianas, tibias, cobardes, tú serás de esas mismas ideas.
Ni digas: "yo sólo leo las noticias", porque ya sabes que en las noticias está muchas veces el peor veneno. Los periódicos, por medio de las noticias, dan o quitan la fama a quien quieren, desprestigian o ensalzan a personas e instituciones, y educan o deseducan al pueblo.
Es asunto que debes tomar con la debida seriedad. No te dejes llevar de la rutina, ni de la imprudencia, ni de la excesiva curiosidad. Lo primero es lo primero, el deber, la conciencia, la verdad, la dirección de la Iglesia, maestra de doctrinas.
Los católicos debemos favorecer a nuestros periódicos, honrarlos, sostenerlos, y aborrecer a los periódicos contrarios a nosotros y a nuestra religión y a nuestro Señor Jesucristo, y de ningún modo leerlos, ni comprarlos, ni honrarlos. ¿Lo hago así? ¿Qué periódico leo? ¿Soy traidor a los míos?
Caso de duda, pregunta sinceramente a un docto, prudente y entero confesor; él te dirá amigablemente lo que puedes sin faltar a la ley de Dios.
Caso de leer algunas cosas malas por necesidad, con la debida licencia, ¿las lees en público o en secreto? ¿Sintiendo escándalo o sin él?
Y, ¿revistas? ¿Qué revistas lees? ¿Lees revistas obscenas, mundanas? ¿Las lees con cautela? ¿Se las das a otros? ¿Puede que incluso las des a tus hijos?
| Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com
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