¡Oh Señor mío y Dios mío, oh buen Padre Creador, Bienchechor nuestro! Oh Altísimo y benéfico Señor de todos los hombres: yo me arrepiento de haberos ofendido siendo Vos tan bueno, y me presento humildemente ante vuestra bondad infinita. Como el hijo pródigo, os pido que me perdonéis y me recibáis de nuevo en vuestros brazos, admitiéndome en vuesta casa y reconciliándome con Vos por medio de la penitencia.
Os lo ruego por Jesucristo nuestro Señor, vuestro verdadero Hijo, que con Vos y el Epíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
| Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario