Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

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12.2.20

Corona al Sagrado Corazón de Jesús


Para rezar esta Corona, se utiliza un rosario común de cinco decenas de la siguiente forma:

1- Comenzar con un Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.

2- En la cuenta grande correspondiente al Padre Nuestro se reza una sola vez esta oración:

Te bendecimos, Corazón de Jesús, te glorificamos unidos a la alabanza perenne del cielo, te damos gracias con todos los ángeles y santos, te amamos junto con Santa María del Carmelo y San José, su esposo. Te ofrecemos nuestros corazón. Dígnate acogerlo, llenarlo de tu amor y hacerlo contigo ofrenda agradable al Padre. Inflámanos con tu Espíritu Santo para que podamos alabar dignamente tu nombre y anunciar tu salvación a las gentes. En un prodigio de amor, nos has redimido con tu sangre preciosa. Corazón de Jesús, nos confiamos a tu perenne misericordia. En ti nuestra esperanza: no seamos confundidos para siempre.

3- Se enuncia cada misterio y en las cuentas pequeñas correspondientes al Ave María (diez veces) se dice la invocación al Corazón de Jesús que corresponda.

4- Al finalizar las cinco decenas de la Corona se reza esta oración final:

Señor Jesús, acoge la ofrenda de nosotros mismos y preséntanos al Padre en unión a tu oblación de amor, en reparación de nuestros pecados y de los de todo el mundo, y por las benditas ánimas del purgatorio. Concédenos tener en nosotros los sentimientos de tu Corazón, imitar sus virtudes y recibir sus gracias. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

15.8.19

Corona al Sacratísimo Corazón de Jesús


+ En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Ángel de Dios, que eres mi guarda, ya que la piedad divina me ha puesto bajo tu protección, ilumíname, guárdame, dirígeme y gobiérname.

(Tomando con los dedos pulgar e índice de la mano derecha la cruz del rosario, se dice):

Padre Eterno, os ofrezco la sangre preciosísima de Jesucristo, en expiación de mis pecados, y por la felicidad de la santa Iglesia.

(Y recorriendo las tres primeras cuentas del rosario próximas a la cruz, se dice en la primera):

Dios mío, creo en Vos, porque sois la suma verdad.

(En la segunda cuenta):

Espero en Vos, porque sois fiel.

(Y en la tercera):

Os amor, porque sois infinitamente bueno.

(Ahora se da paso a la Corona propiamente dicha, la cual se compone de cinco decenas, que se rezan):

Jesús, manso y humilde de corazón, haced mi corazón semejante al vuestro.

(Y después se dice diez veces, recorriendo las cuentas del rosario):

Dulce Corazón de Jesús, sed mi amor.

(A lo cual se responde):

Dulce Corazón de María, sed mi salvación.

(Rezadas estas preciosas jaculatorias diez veces, se comienza la otra decena):

Jesús, manso y humilde de corazón, haced mi corazón semejante al vuestro.

(Y de nuevo otras diez veces):

Dulce Corazón de Jesús, sed mi amor.

(A lo cual se responde de nuevo):

Dulce Corazón de María, sed mi salvación.

(Terminadas las cinco decenas, se rezan, recorriendo las tres cuentas próximas a la cruz en el rosario, estas otras jaculatorias):

- Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía.
- Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía.
- Jesús, José y María, espire en paz en vuestros brazos el alma mía.

Amén.

(A los que recen diariamente esta hermosísima Corona, se conceden cuatro indulgencias plenarias al mes, que ganarán confesando y comulgando en los días que elijan, y rogando, al visitar una Iglesia, por las intenciones del Papa).