Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

3.6.17

Apoyo de los abatidos


Letanías de nuestra señora la Virgen del Monte Carmelo:
Apoyo de los abatidos.


¿Quién sostendrá al caído? Todos huyen. Solo hay que caer en desgracia para comprobar cómo todo el mundo a nuestro alrededor sale en espantada, y poco a poco uno se va quedando solo. Tanto los amigos más superficiales, como los más íntimos, la mayoría huyen ante el desafortunado que ha caído en desgracia.

Algunos de esos amigos han estado ahí solo por el interés, otros se van porque temen que se les pida ayuda, otros porque se vuelven temerosos de que la desgracia sea "contagiosa". Otros por pura indiferencia.




¿A nuestro alrededor quienes permanecen? Solo las personas que nos aman de verdad, y por supuesto, entre ellas se encuentra nuestra querida Señora del Monte Carmelo, la Virgen María Carmelitana.

Y si ya es triste y desolador caer en desgracia en este mundo, no podremos imaginar lo que será no contar con ningún auxilio en el otro, en la tierra del purgatorio. Algunos religiosos y religiosas que lo han podido atisbar nos dan una pequeña muestra de ello, sor María de la Cruz nos cuenta en su "Manuscrito del purgatorio" que es "un martirio inmenso", y la princesa Eugenia von der Leyen experimentó en carne propia el suplicio, en forma de quemadura en su mano.


Pero aunque el consuelo es muy de agradecer, la Virgen carmelitana va aún más allá, y no se queda solamente en un apoyo moral, sino que su intervención, y su intercesión son poderosas no solo para abreviar ese trance, sino incluso para lograr que salgamos de él, llevándonos consigo al reino de gloria celestial.

Que ella, pues, auténtica madre que apoya en los suplicios, nos haga más llevaderas las penas de esta vida y, ya en la otra, no retire su ayuda para hacernos libres de aquellos otros suplicios, no por desconocidos menos graves y dolorosos.

| Redacción: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com

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